Todas las malditas decisiones y Todas las benditas decisiones de May Boeken

Hoy queda una semana para que salga a la venta Todas las promesas que rompimos de May Boeken y por ello me apetecía hacer esta entrada.
 Todas las promesas que rompimos para mí una historia muy esperada desde hace dos años, un personaje secundario de la bilogía Everlasting Wound va a ser principal, y es un personaje que le tenía muchas ganas. El hype está muy alto y las expectativas que tengo con esta historia están por las nubes, espero que estas no me jueguen una mala pasada.  

 

Y hoy os vengo a hablar de forma breve de la bilogía Everlasting Wound que gracias a Eva (evita_berme en instagram) en el mes de agosto hizo una lectura conjunta con la autora, para prepararnos para la llegada de Todas las promesas que rompimos.

Todas las malditas decisiones 

Todas las malditas decisiones es una historia de amor entre dos personas con cosas en su pasado que aún no han dejado atrás, un amor que arrasa todo, un cantante de Rock sin pelos en la lengua, dos personas que quieren amarse, pero parece que el destino les este jugando una mala pasada. Una historia que te enseña que muchas cosas se pueden superar si tienes a la persona adecuada al lado, pero ojo no te dejes engañar siempre habrá un imbécil que te quiera arruinar ese momento. Pero que el peor enemigo eres tú mismo, con tus miedo, inseguridades y que si no lo hablas a tiempo puede destruir todo lo que tienes.

La forma de escribir de la autora es increíble, te va dejando poco a poco con la miel en los labios, va haciendo que te vuelvas adicta a Gary y a su historia con Rebeka, pero no solo eso, es real, es dura (en algunos momentos), pero eso que hace que sea tan real es lo que hace que no quieras parar de leer, de sentir, de reír y llorar a la vez.
¿Y hablamos de ese final rompe corazones? Porque otra cosa no pero romper corazones lo hace, vamos que es normal que alguna soltéis alguna lagrima al final (lo siento aquí no me uno a vosotras, sufrí, pero no llegue a llorar), de esos finales que son despacio, pero que sabes que te espera un sufrimiento real, esa última conversación fue dura, pero creo que a la vez necesaria.

Todas las benditas decisiones 

Todas las benditas decisiones es una historia de amor, de perdón, de amistades, de hermanos que se quieren con locura, de la familia, de currar heridas, de ser capaz de dejar el pasado atrás para volver a sentir, de reír, de llorar, de hacer amigos, de renacer de tus propias cenizas para ser más fuerte que nunca, nunca dejar de creer en el amor porque este hace que movamos montañas enteras para estar con la persona que amamos. Pero sobre todo de escuchar a tu corazón y no conformarte con lo más cómodo y con lo que sabes que nunca sufrirás, sino arriesgarte por amor, hacer locuras y saber que más de una vez discutirás con esa persona, pero que siempre vivirás la vida al cien por cien porque lo tienes a tu lado.
May vuelve hacer lo mismo que con la primera parte, es capaz de atraparte desde las primeras páginas y que no quieras soltar el libro (ebook en mi caso) hasta saber cómo termina todo. Es capaz de hacerte pasar por diferentes estados de ánimos y no solo te hará sonreír o reír a carcajada en más de una ocasión, porque May nos escribe con el corazón en la mano.

Y os quiero presentar la próxima historia que publica la autora y es Todas las promesas que rompimos, os aconsejo leer primero la bilogía no solo por conocer al personaje secundario que en esta historia se va a volver principal sino por conocer ciertos guiños, otros personajes secundarios y conocer mejor ciertas cosas que pasarán en esta historia. 

Todas las promesas que rompimos

Sinopsis

Cuando tu mejor amiga se casa y tú sigues soltera, te agarras una buena cogorza. Si no, no es la boda de tu mejor amiga. Punto. Eso sí, lo de acabar intimando a lo loco con él no estaba previsto.
En mi defensa, debo decir que asistí a la boda sin la supervisión de un adulto, lo mínimo que necesito para no liarla parda cuando hay barra libre y un soltero apetecible en la zona.
¿En qué momento me pareció que aquello era una buena idea? Al final, iba a pagar caro el no ceñirme al plan original de emborracharme. Nada salió como había esperado, a pesar de que aquella noche fue mágica.
Pero lo que son las cosas: aunque nos habíamos prometido distancia, el maldito (o bendito) destino hizo que no tuviéramos más remedio que volver a colisionar.